Amigo y amiga de la rosa, ¡que el Nacimiento del Niño Dios te haga muy feliz!

… amigo y amiga de la rosa, ¡que el Nacimiento del Niño Dios te haga muy feliz!… ¡que te haga gustar la vida!… y que quieras compartirla sin peros ni reservas… ¿es posible «comprender» la hondura de tantos acontecimientos que se escapan cada día?… no es posible esa «manera» de «abarcar», que tantas veces echas de menos… sin embargo recibes de Dios lo que no alcanzas, ¡qué paradoja!, porque en el Misterio, que es tu vida, puedes adivinar cuánto más grande es el patrimonio del silencio, en la Noche llena de estrellas, en el Día que no tiene ocaso… asómate en puntas de pié y sorpréndete: Dios ha nacido, Dios está aquí… “… nunca esperé que en mi pesebre fuera dado a luz un niño, y que ese niño fuese Dios en nuestra carne mismo… nunca esperé que así comience la historia del amor en tal abismo, que ‘el que hacer todo lo puede’, aguarde pedigüeño de mis mimos… y ahora que lo pienso, me parece, que en realidad nunca esperé… que Dios me entienda tan su hijo, para, en su amor de Padre, así perderse hasta encontrar al que se había perdido…”… la #rosasinporqué silencia su belleza en este día para ser más bella simplemente contemplando y adorando… ¿gustas la vida y la compartes haciendo felices a los demás?, ¿te has regalado un momento de silencio junto al Pesebre?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,1-18)…