Deja lo ya dejado y no te angusties más

… “caminante peregrino”, quizá ya no quieras imaginar «novedades» poco satisfactorias… pero te topas con alguna de esas vallas que, como en las carreras de obstáculos, te ves obligado a saltar… ¡bendito sea Dios!…. ¿podrás suprimir esos pasos antipáticos, que aparecen sin aviso o porque los «comentarios» y murmuraciones los descubren?…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, es hora de mucho valor y de una suave firmeza… eso, que te parece así, tan desagradable, ¡no existe!… tú mismo le das una entidad y una presencia de la cual, evidentemente, carece… no des comida a las máscaras escuálidas… resiste en tu andar con coraje y nada más…

… esos perfiles que temes se desdibujan una y otra vez… van y vienen, en un mundo perdido y sin luz, en un mundo de sombras… a las que no estarás nunca sometido… mira, «María eligió la mejor parte que no le será quitada”… permanece en silencio y en paz y no temas la eventual lucha que pudieran provocar esas sorpresas… deja lo ya dejado y no te angusties más…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, alejas los nubarrones que opacan tu cielo… y te dispones a servir sin inquietudes ni agitación a tu Señor amado y a tus hermanos tan queridos… que la vida es algo espectacular y tienes que aprender a disfrutarla… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Lucas 10,38-42: “… eligió la mejor, que no le será quitada… ”)…