Escuchar con el corazón

… escuchar con el corazón es dejar que la palabra eche raíz y sea fecunda, es bajar por la palabra hasta su napa más profunda y beber con quien nos habla del agua que lo inunda, es cimentar sobre la roca una certeza bien rotunda que ni viento o marea a su firmeza derrumban, es despertar los sentidos para que con presteza acudan a disponerse enteros para dar su ayuda… escuchar con el corazón es dejar que se vulneren las defensas y las dudas, es dar tiempo al que viene porque sabe que lo escuchan, es traducir los sonidos que las palabras pronuncian y convertirlos en latidos donde las emociones pulsan, es sacar a la esperanza de su tumba para guiarla por la senda de una vida que aún da la lucha hasta abrirse camino entre la noche y la penumbra… escuchar con el corazón es ofrecer los lazos que las amistades fundan, es abrir el espacio donde dos distintas vidas distinguiéndose se aúnan, es marcar el tramo en que las huellas por un tiempo marchan juntas, es ser partero de las cosas importantes que se alumbran, es salir a esperar al que ha perdido ya su ruta y escuchar los pasos del que vuelve después de su penuria… escuchar con el corazón es auscultar a Dios, que está feliz de hacernos upa… la “rosa sin porqué” escucha con el corazón de la gratuidad y regala su hermosura… ¿recibes, escuchas, las palabras de los tuyos, y de Dios, con el corazón?, ¿dejas que las palabras como semillas echen raíces o las analizas y las descuartizas queriendo entenderlas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 13,10-17)…