La esperanza se deja tocar

la esperanza se deja tocar, le gusta ser tocada… no es arisca, ni intangible… siempre que te abres a un “más de vida”, a un estar más vivo, a una respuesta más viva a la vida que llevas, tocas la esperanza… a la esperanza se la toca con la mano abierta hacia arriba, porque es precisamente un don que se recibe de lo alto… la mano vuelta hacia arriba y abierta, tiene que confiar que aquello que recibe o va a recibir, encierra una esperanza… no te apresures a sacudir ni cerrar tu mano, antes de tiempo, a lo que es o puede ser puesto en ella, aunque parezca duro, ya que las cosas duras mientras sigan siendo llevadas con la mano abierta hacia lo alto, terminan por abrirse a la esperanza… la “rosa sin porqué” siempre está como una mano vuelta hacia arriba y abierta, recibirla es una esperanza… ¿vives con tu mano vuelta hacia arriba y abierta, o la llevas crispada, cerrada, desesperanzada?, ¿siembras esperanza con tus palabras, miradas, gestos y actitudes o eres agorero de calamidades?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6, 60-69)…