No temas a la amistad

… no temas a la amistad… siempre es necesario que «corras el riesgo», es decir: que te arrojes sin dejar mucho lugar a las dudas y a las vacilaciones… titubeos habrá siempre, pero una cuota más alta de coraje acabará siempre por llevarte más adelante, aunque es cierto que la necedad y la imprudencia aparecen por todos lados… si sufres sorpresas y desconsideraciones en el lenguaje y en los hechos, es necesario que renuncies a darles alguna importancia… no dependes del variable carácter de los «otros», tampoco de sus antojos pasajeros… la amistad verdadera es «desinteresada», donde hay interés o utilitarismo, donde se pretende «sacar provecho» de personas y de cosas, todo se derrumba… la “rosa sin porqué” es amiga de mis amigos sin exigir nada… ¿eres amigo o tienes amigos? (los amigos que se poseen se pierden, porque el amigo no es una “cosa” que se tiene), ¿basas la amistad en la gratuidad recíproca o en intereses compartidos?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 15,12-17)…