Prolongación de las manos del Padre

… prolongación de las manos del Padre,
son las manos sacerdotales sirviendo a la vida,
orado, bendiciendo, consagrando,
perdonando, consolando, acariciando…

… sacerdote, con tu mano rodeas
el pabilo vacilante
y proteges su llama
del viento que arrastra
los fríos de la calle…

… sacerdote, con tu mano sanas
cédula a cédula
la herida de la caña
quebrada por los golpes
de la competencia ciega…

… sacerdote, veo arañadas
tus manos de viñador
por los sarmientos secos
de una vida exitosa
cortados en la poda…

… sacerdote, en los surcos de tus manos
hay olor a arcilla
que delata tu oficio
de sirviente del Alfarero
del barro humano…

… sacerdote, en tus palmas abiertas
se palpan los cayos del cayado
en tu búsqueda incesante
para reunir en el Rebaño confiado
los perdidos en sus soledades…

… sacerdote para siempre,
consagrado al tres veces Santo,
configurado en la cruz y el altar,
servidor de la humanidad…

( la “rosa sin por qué” agradece tantas vidas silenciosas entregadas gratuitamente a los demás… por la Fiesta del Santo Cura de Ars, Patrono de los sacerdotes con “cura de almas”…)