… quedar herido y perdonar la ofensa ofreciendo, aunque duela, la mano… quedar sin nada y seguir, no sé cómo, dando… quedar cansado y, muchas veces, sin ganas y seguir amando… quedar de a pie y entender el paso que lento enseña a caminar confiado… quedar sin quién y valorar el abrazo que pronto llega a brindarse largo… quedar sin qué y descubrir la mano que viene a darme lo que yo no alcanzo… quedar después y comprender los plazos que bien darán cuando sea el caso… quedar por ver y aprender los trazos que en pocas líneas delinean los rasgos… quedar con fe y saberme amado que siendo nada es cuando más, Señor, te hallo… la “rosa sin porqué” da de su gratuidad sin esperar nada, y no se lamenta… ¿enfrentas el mal con el mal haciendo un espiral de violencia, o con el bien tendiendo puentes de paz?, ¿das la espalda o miras apara otro lado cuando alguien te necesita?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,38-42)…